Misantla, Ver., 26/078722.- Como último deseo antes de morir, la señora Catarina Orduña Pérez, mejor conocida como Doña Cata, pidió un monumento al pene, sí, como lees, al reproductor masculino, petición que su familia no pudo negar y que se lo crean en el panteón de la congregación de Zaragoza, municipio de Misantla.
Quienes conocieron a Doña Cata dicen que siempre consideró al pene como un elemento importante y que merecía ser reconocido, por lo que, pidió a su más allegados que se hiciera una escultura del órgano. Al fallecer, a los cien años de edad, sus familiares decidieron hacerlo realidad y mandaron a construir una figura para después colocarla en su lápida.
Isidro Lavoinget, un constructor dedicado a la elaboración de lámina de plástico y tinacos, fue el artista encargado de realizar el falo y colocarlo encima de la losa donde ahora descansan los restos de la señora, acompañado del epitafio: «Aquí yace la señora Catarina Orduña Pérez, a quien en vida y muerta siempre le pelaron la verga».
El pasado fin de semana, la familia de Doña Cata develó la figura, sorprendiendo a todos, pues jamás se imaginaron ver una escultura del órgano masculino de un gran tamaño.
