Veracruz, Ver.- El tatuador jarocho Jesús Edgar Salazar pasó por un cambio radical, debido a la diabetes empezó a perder la vista gradualmente y a presentar daño neurológico, por lo cual tuvo que cambiar de trabajo.
Le dijo adiós al mundo del tatuaje, en donde era considerado como uno de los mejores del Puerto de Veracruz, tanto que hasta en otros estados era conocido y le solicitaban sus servicios.
Entre sus amigos es conocido como “El Barney” o “El Gordo”, inició en este ambiente a los 24 años y puso su local por ahí del 2013.
Ahora, a sus 39 años Jesús ha tenido que cambiar su pasión para realizar correas de perros que elabora con sus propias manos, son tejidas y reforzadas, los precios varían dependiendo el tamaño y el grosor, rondan entre los 150 a los 300 pesos.
Lo anterior es porque está recaudando fondos para poder operarse los ojos y mantener a sus dos fieles perros de raza pitbull, “El Negro” y “El Güero”, ya que tuvo que vender todas sus cosas.
Sus problemas de la visión comenzaron en el 2022 y tiempo después sufrió un desprendimiento de retina, pese a que busca operarse los médicos le dijeron que existen pocas esperanzas de que recupere la visión.
La intervención quirúrgica que necesita cuesta entre 35 y 45 mil pesos, pero está dispuesto a juntar el dinero “para no quedarse con la idea de que hubiera pasado”.
