Con un toque de humor y solemnidad, los veracruzanos se congregarán en el Zócalo de la ciudad para participar en el entierro de Juan Carnaval, el evento que marca el fin de las celebraciones carnavalescas más importantes del puerto.
Durante este singular cortejo fúnebre, los asistentes no solo se despiden de Juan Carnaval, sino que también se sumergen en una atmósfera peculiar. Algunos acuden vestidos de luto, como si estuvieran asistiendo a un funeral real, mientras que otros expresan su tristeza de manera cómica, desatando lágrimas ficticias y risas contagiosas.
El Zócalo se convierte en el epicentro de esta emotiva ceremonia, donde los jarochos se juntan para rendir su último adiós al icónico personaje del Carnaval. Entre música, bailes y bromas festivas, el muñeco de Juan Carnaval es llevado en procesión por las calles, mientras la multitud se despide con cantos y piropos.
El momento cumbre llega al final del recorrido, cuando Juan Carnaval es quemado o destruido, simbolizando el cierre de las festividades.
El entierro de Juan Carnaval es una manifestación arraigada en la tradición cultural de Veracruz y una forma de despedirse de manera festiva del personaje emblemático que ha encarnado la alegría y el espíritu carnavalesco.
