De acuerdo con especialistas, los niños sí son susceptibles a los estragos causados por el virus SARS-CoV-2, agravando los efectos del síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (PIMS por sus siglas en inglés).
La creencia de que a los pequeñines no les pasa nada causa que se expongan aún más a la enfermedad de la COVID-19, a pesar de que la mayoría son asintomáticos o presentan cuadros leves, el PIMS llega posteriormente causando daños físicos de diversa índole.
Puede causar infartos cerebrales, falla ventricular, aneurismas coronarios o insuficiencia renal. Por lo que se sabe este se origina como una respuesta inmunitaria excesiva ante el coronavirus.
La Real Escuela de Pediatría y Salud Infantil de Reino Unido calcula que alrededor de uno de cada cinco mil niños que tuvieron COVID-19 desarrollan PIMS.
De no diagnosticarse y tratarse a tiempo puede causar la muerte, aunque sea una afección rara los padres deben seguir atentos y no bajar la guarda, aún más durante el periodo de Semana Santa, ya que de dispararse otra ola pueden verse afectados.