La revista The Economist causó revuelo con la portada de su última edición, pues se la dedicó al presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que le llama “El Falso Mesías Mexicano”.
El mandatario aparece mirando al infinito, acompañado de soldados y el logo de Pemex, la revista inglesa de corte abiertamente neoliberal realiza una dura crítica al presidente, diciendo que es “un peligro para la democracia”.
La publicación del semanario inglés vio la luz en las vísperas de las elecciones del próximo 6 de julio, en las que los opositores de López Obrador buscarán a toda costa y presumiblemente por los medios que les sea posible, arrebatarle la Cámara de Diputados a fin de frenar su movimiento.
Aquellos a los que el Ejecutivo federal nombra como intelectuales orgánicos y periodista como Carlos Loret de Mola, Denise Dresser, Víctor Trujillo o León Krauze rápidamente hicieron eco en sus redes sociales de lo que dice The Economist.
Pero existe un contrapeso y es que los usuarios sacaron a relucir lo que a la mayoría de los mexicanos, por desinterés o simple ignorancia olvidaron, que fue que en 2012 la misma revista sacó su portada con el título de “El Ascenso de México”, con unos sombreros de charro volando en un desierto.
El reporte coincidía con el regreso al poder del PRI con Enrique Peña Nieto, en el que hacia pronósticos favorables sobre la economía del país.
“El país de tradicional bajo rendimiento en Latinoamérica creció más rápido que Brasil el año pasado y lo volverá a hacer en este año, con una tasa cercana a 4% comparado contra menos del 2% de Brasil. El Sr. Peña aspira a conseguir un crecimiento de hasta 6% antes de que termine su sexenio. Al final de esta década, México muy probablemente estará entre las 10 economías más grandes del mundo y algunos cuantos optimistas incluso pronostican que México podría convertirse en la economía más grande de América Latina.”, plasmó en aquel entonces.
Lo que se vino después, ya se sabe.
